Ninis

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Según el informe Panorama de la Educación 2014, que elabora cada año la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), España es el segundo país de la OCDE que mayor porcentaje de “ninis” tiene, sólo superado por Turquía. España es el país con mayor porcentaje de “ninis” de la UE: uno de cada cuatro chicos y chicas de entre 15 y 29 años ni estudia ni trabaja. La mitad de los españoles entre 25 y 65 años no ha terminado el Bachillerato; el 36% de los jóvenes de entre 25 y 34 años ha dejado los estudios antes de los 16 años. Lo peor de todo es la tendencia: en 2010 el 23,8% de los jóvenes era “nini” pero en 2012 el porcentaje es ya del 25,79% y creciendo. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en enero de 2013 esto supone, prácticamente, dos millones de personas dentro de esta clasificación “ninis”. En Holanda es del 6,71% o en Alemania del 9,94%. Las comparaciones son odiosas pero las cifras son las que son.

Toda esta situación ¿es atribuible única y exclusivamente a la crisis? Creo que no, y poner paños calientes ayuda poco o nada a cambiar las actuales circunstancias. Estamos ante un problema complejo y en el que inciden tantas circunstancias, a mi juicio, como las siguientes:

La cultura familiar, la educación: Las últimas generaciones de progenitores en este país lo han sido de padres hiperprotectores condescendientes con las normales debilidades y pretendidas comodidades de los jóvenes. No se ha potenciado la cultura del esfuerzo; ha predominado más la facilidad de acogerse a beneficios como la cobertura del desempleo que a la propia iniciativa por tratar de conseguir mejores capacitaciones profesionales (Sé de lo que le hablo: durante los ocho años de la crisis he entrevistado a cientos de personas de las que muchas rechazaban un puesto de trabajo porque ganaban un poco más que lo que cobraban de la prestación de desempleo; quienes en 2009 rechazaban un empleo de 1.100€, hoy, muchos de ellos, padecen salarios de 500. Ni lo de entonces ni lo de ahora). La primera vez que viajé a Holanda en fin de semana, en el hotel los camareros eran chavales de 16 años ganándose un sueldo mientras estudiaban. ¿Cuántos de estos chavales, salvando las honrosas excepciones, vemos en nuestro país?

La enseñanza: La llamada educación (que debiera empezar por educar a los gobernantes para que de una puñetera vez se pusieran de acuerdo en aplicar metodologías educativas estables, independientes del color político de turno) no potencia la investigación, el trabajo en equipo, el esfuerzo, la iniciativa, el emprendimiento, ni la creatividad e imaginación para hacer cosas diferentes.

Los modelos educativos: La Universidad prepara personas con conocimientos, no con habilidades ni con competencias y actitudes que les permitan más valerse por sí mismos. La formación profesional parece ponerse las pilas en los últimos años para conseguir profesionales capaces antes que titulados.

La falta de iniciativa emprendedora: Como sociedad no toleramos el fracaso; no admitimos las segundas oportunidades y cerramos las puertas al que lo intenta y no lo consigue a la primera.

La limitada o inexistente implicación de las instituciones, más allá de lo políticamente correcto: Todos los políticos y gobernantes hablan de empleabilidad y seguro que ponen medios en ello, pero hay muy poca imaginación en los medios y una reducida o nula participación de la iniciativa privada en encontrar conjuntamente soluciones. Si empresa y gobierno no colaboran en conjunto, más allá de las medidas administrativas y los concursos, poco más podremos conseguir en este sentido.

La herencia española de la subvención, la ayuda pública (dar peces y no enseñar a pescar): Desde principios del S. XIX en nuestra sociedad (léase a Pérez Galdós en sus Episodios Nacionales para constatarlo) siempre se destila la idea de que el Estado me debe resolver mis problemas o carencias. El Estado podrá y debe ayudar, pero nunca solucionar. 

Lo siento, es lo que pienso. Gracias.

lamadriddiario@gmail.com

4 comentarios sobre “Ninis

  1. ANTONIO, Buenos días!!!

    Y piensas bien, no te quepa duda.

    Pienso que por este orden…

    PERSONAL (Meterle ganas)
    FAMILIA (Menos protección)
    PARO (Menos peces y mas pescar)
    ADMINISTRACIÓN (Enseñar a pescar y «0» subvención)

    Por mi edad soy de los que piensan «Caña al mono» y verás como funciona.

    A los «NINIS», les funciona por las venas Horchata y no Sangre. No se comen el mundo, como corresponde a su edad.

    Termino como tú.

    Lo siento, es lo que pienso.

    Un abrazo y Feliz Semana Santa que te la mereces.

    ANTONINO

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    1. Sí, lo cierto es que debieran comerse más, mucho más, el mundo que tienen a su alrededor. Algunos lo están haciendo pero obligados por las circunstancias, no por iniciativa propia.

      En cualquier caso soy de los que piensan (estando mucho más que de acuerdo con tu reflexión) que las generaciones futuras serán mejores que la nuestra. Ya sabes, soy un condenado optimista.

      Buena Semana.

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  2. Es curioso, yo siempre he pensado que en Asturias se daba en demasía el gasto público, la subvención… pero viendo el mapa. Hay gasto público para empleo público, al menos la gente trabaja y estamos en «Verde». Y luego existe mucho movimiento emprendedor, sobre todo en el mundo de la tecnología, el comercio y el turismo… lo cual es bueno.

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