Pelear hasta ganar

Nadie es capaz de dudar  que la realidad está siendo implacable con una gran parte de la sociedad que vive bajo el mismo techo de nuestro común país. La situación es lo suficientemente dura como para que, entre todos, asumamos definitivamente que las cosas nunca van a ser como fueron y que tenemos que pelear por seguir. luchar hasta ganar esta partida al destino. Los que somos afortunados por tener un trabajo, un afán, debemos pelear por apoyar con energía a los que no lo tienen para que puedan salir adelante; entiendo que debe ser una lucha contra el destino y contra el pasado que nos ha abrigado y que nos ha puesto en donde ahora estamos; es una lucha silenciosa; es una lucha que debe ser esforzada, intensa, constante y cargada de aprendizaje. En esta lucha cada uno deberemos aportar lo que mejor sepamos hacer para romper esta puñetera inercia en la que los lodos del pasado y las negras expectativas de futuro nos tienen atrapado.

Mi tiempo, por suerte y desgracia, al mismo tiempo, es tan limitado como intenso, pero me pongo a disposición de todos los que puedan necesitar apoyo, ideas, generación de proyectos, orientación, ayuda, lo que sea que esté en mi mano para poder cambiar estas tornas que nos han entornado y que a muchos les está dejando en la cuneta de la vida.

Pensemos, repensemos nuestra sociedad, el soporte político, el socioeconómico y el personal de cada uno de nosotros para tratar de romper una inercia que asola nuestras conciencias por la vacuidad de los bolsillos de muchos.

La solución, estoy convencido, no está en los políticos, ni en los inexistentes dineros públicos, ni en criminalizar a quien tiene dinero o al que lo ha robado. Creo que la solución está, uno a uno, en cada uno de los que poblamos este país; está en persisitir a pesar de las dificultades, en pelear por conseguir, en aprender, en dejarnos ayudar por quienes más saben o más nos pueden enseñar.

Ánimo para mi, para tí, para todos; ánimo para luchar y pelear con toda la paz de ánimo y todas las ganas de guerrear contra los vientos de cambio; nosotros nos adaptaremos, pero ellos también.

Buen fin de semana.