¿En metálico o con tarjeta?

A grandes males grandes remedios. Si hay muchos accidentes de tráfico, nos endurecen las normas y nos multan si nos las saltamos. En breve deberemos circular con protección si vamos en bicicleta por una ciudad. Fumar es malo; lo prohibimos, y listo. Y así con tantas prohibiciones y limitaciones de cómo debemos vivir la vida, en beneficio nuestro.

Se puede decir que el paro, la corrupción y la excesiva carga impositiva que debemos soportar en nuestro país son de la mayor relevancia. Para arreglar una de ellas, la economía sumergida y la corrupción, a la que sostiene, este impetuoso escribiente propone una solución. Una solución drástica pero de resultados casi inmediatos en nuestra maltrecha economía. No es otra que la de aplicar dos terapias de choque con un impacto que se vería de inmediato reflejado en la actividad económica. Dos medidas que debieran entrar en acción de modo simultáneo.

Todos, casi todos, estamos de acuerdo en que se debe estimular el consumo pero nuestros humanos bolsillos, mientras los impuestos nos sigan masacrando, se cierran en banda a abrirse a nuevos gastos. Si no gastamos, no hay consumo. Si no hay consumo, las fábricas no producen. Y siendo esto así no se demanda empleo pues no es preciso para los actuales niveles de producción. Pero claro, si estimulamos el consumo bajando los impuestos, el Estado dice que no puede cubrir los gastos que tiene comprometidos con los ciudadanos y también con los «políticos ciudadanos». Y así podemos estar hasta el día del juicio final de cada cual y hay muchos a los que el cadalso cada vez les queda más cerca.

Decía antes que los bolsillos se cierran en banda a gastar. Pues precisamente de eso va la primera medida, de bandas magnéticas. ¿Qué le impide a nuestro gobierno promulgar una ley que, con los plazos debidos, obligue a realizar todos los pagos mayores de 20€ mediante tarjeta de crédito o transferencia bancaria? Se podría limitar su aplicación en personas de cierta edad que no tengan facilidad de acceso a los medios de pago electrónicos, pero para el resto sea de total y obligatorio cumplimiento. La tenencia de medios de pago electrónicos es prácticamente total y ya estamos obligados, por ley, a utilizar medios de pago “con rastro” en operaciones de más de 2.500€. ¿Qué impide esta medida? Más aún cuando está prácticamente desarrollada la tecnología de pago con el teléfono móvil (y hay más teléfonos que ciudadanos en España).

Esta medida la tomaría con absoluta simultaneidad a una radical disminución de los impuestos indirectos. Bajada del IVA del 10 al 6% y del 21 al 12% y todas las operaciones comerciales dejando rastro para permitir que lo negro se convierta en blanco. Incluso, esta medida se podría tomar con carácter temporal, hasta que nos acostumbremos todos a pagar con la misma moneda.

Necesitamos positivar la economía, que el consumo se reactive, que el bolsillo pierda su timidez a gastar por lo que pueda pasar (hemos pasado de dilapidar con la mayor de las alegrías a apurar las necesidades hasta límites insospechados; ahora nos fumamos el cigarro entero y hasta la boquilla si hace falta) y esto sólo se empezará a conseguir cuando la cantidad de dinero en disposición de los ciudadanos sea mayor. La austeridad seguramente habrá sido necesaria, pero o disminuimos el gasto público o disminuimos los impuestos. Con impuestos y gasto público elevados el consumo se queda en el limbo de los justos.

Muchos dicen que el fin justifica los medios, en este caso también se justifican otros medios… los de pago.