202!

No, no es una errata, 202! es el año que, en breve, vamos a comenzar. Creo que pocas veces un Año Nuevo ha sido tan deseado y esperado. Estamos predispuestos a que sea un año admirable, digno de admiración. Sea usted bienvenido año 202! Le esperamos con ansias, con deseo de prosperidad, con vuelta a la normalidad; esperamos 365 días para tratar de protegernos del virus y aislarlo de todo mal hacia nosotros.

Prácticamente todo el año en curso ha sido, desde el punto de vista colectivo, el peor año de nuestra vida; el peor en salud, en miedo al contagio, en preocupaciones económicas, en relación social y en cultivo de esas relaciones. Ha sido el peor año en tantos aspectos y todos, sin excepción, hemos sufrido en mayor o menor medida las consecuencias del tiempo pasado.

Sabemos que la división del tiempo entre el 31 de diciembre y el 1 de enero es una convención, pero enero parece despuntar con sus vacunas, sus expectativas de cambio. Muchos estamos convencidos de que en este momento hemos superado lo peor del peor año de nuestra vida y que todo lo que nos queda por delante es terreno por reconquistar. Enero será el primero de muchos meses de evolución, tras tantos de involución. Las vacunas irán aportando certeza y libertad para relacionarnos con tranquilidad; el proceso será gradual, pero iremos tomando confianza según pasemos de decenas a cientos de miles y a millones de vacunados. Quizá el primer trimestre del año sea el más doloroso y difícil en contagios víricos y en limitaciones económicas. A partir de la Semana Santa empezaremos a dominar al virus y llegado el verano sentiremos alivio e iremos abriendo puertas y ventanas, planificando viajes y algo más de ocio y con el otoño retomaremos con fuerza nuestras tradiciones, sin penalizaciones. Este es el año que todos esperamos con los indicios que ahora tenemos.

2021 lo imagino con un 2 que representa la pluralidad, el poder estar de nuevo juntos con los que queremos, el 0 es una carita sonriente o un sol naciente tras tantos nubarrones y otros tantos chaparrones, en nuestro ánimo, del año que termina; el otro 2 es un $ de dinero, de generación de riqueza, de confianza para consumir y generar valor y la admiración ! para destacar todo lo que esperamos de este año reintegrador. Como sociedad ya nos hemos vacunado suficientemente ante las calamidades de toda índole y ahora con la vacuna vírica el mundo perderá el rojo sangre de dolor y recuperaremos el verde energético y salvador. 2021 es un año verde esperanza y le deseo a usted, a mi, a todos, lo mejor para tapar lo peor, sonrisas para olvidar los llantos y riqueza para cubrir las pérdidas. Feliz Año de salud.

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